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  • Una de sus investigaciones más destacadas fue su trabajo sobre la población mexicana expuesta a inviernos fríos

La climatología, las nubes, la precipitación, el viento, los inviernos fríos, las regiones climáticas, la probabilidad de lluvia, las temperaturas extremas y las condiciones pluviométricas fueron algunos de los conceptos que estuvieron presentes en la vida de la doctora Rosalía Vidal Zepeda, y que marcaron el rumbo de sus investigaciones.

La comunidad del Instituto de Geografía (IGg) se reunió en el auditorio Francisco Díaz Covarrubias para realizar un homenaje póstumo a la doctora Rosalía Vidal Zepeda, quien durante 48 años fue investigadora del Departamento de Geografía Física de esta dependencia universitaria.

La académica, quien falleció en enero de este año, fue recordada por colegas, amigos y familiares no sólo por sus aportes a la climatología, área de investigación a la que enfocó sus estudios dentro del Instituto, sino también por su calidad humana. Al tomar la palabra Manuel Suárez Lastra, director del IGg, destacó que la investigadora era una persona “alegre, graciosa, atenta, distinguida y fuerte. Siempre amable y de buen humor”.  

Rosalía Vidal estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en Geografía. Su incursión dentro del Instituto inició en 1969 como auxiliar de investigador, y en 1974 se convirtió en investigadora asociada del IGg. Desde entonces se dedicó a la investigación de los climas en México y su variabilidad; y participó en numerosos proyectos.

Antes de convertirse en geógrafa ya se había graduado como maestra de educación primaria, y quizá por ello la docencia era una cualidad innata que siempre la distinguió a lo largo de su trayectoria como investigadora, así como profesora del Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.

Lazos de amistad y colaboración

La calidez humana de Rosalía Vidal fue una de sus grandes virtudes, así lo señalaron algunas de sus colaboradoras y amigas. María Teresa de Jesús Reyna Trujillo, académica jubilada del IGg, recordó que se conocieron en el Instituto cuando ambas eran estudiantes mientras ayudaban a la investigadora Enriqueta García con las cartas de climas de la República Mexicana.

A ambas las unía la pasión por la climatología, “Rosalía trabajaba con la temperatura media y las condiciones generales de nuestro país (…) ella me ubicó en tiempo, forma y espacio”. Durante su trayectoria académica trabajaron juntas en varios proyectos y siguieron siendo amigas, “mis vivencias con ella fueron emocionales, una amistad que duró toda la vida”.

Al tomar la palabra, Luz María Oralia Tamayo Pérez, investigadora jubilada del IGg, compartió algunas de las anécdotas que vivió con Rosalía Vidal mientras estudiaban la licenciatura de Geografía en la FFyL: “nuestros días en la facultad fueron muy felices, Rosalía era muy buena estudiante y ella cantaba muy bonito, y en las prácticas cuando cantaban siempre la llamaban”, comentó.

Ambas pertenecieron a la generación de estudiantes que tuvieron como profesores a Jorge A. Vivó, Dolores Riquelme, María del Socorro Quesada, Elizabeth Holt, Jorge Rivera, Genaro Correa, Francisco Hernández, Antonio Barragán, Carlos Sáenz, Carlos Berzunza, Teresa Ayllón, Irene Alicia Suárez, Rubén López, entre otros.

Además de compartir su tiempo como estudiantes, también coincidieron en el IGg como investigadoras y sus lazos de amistad fueron creciendo. “Fue mi compañera, mi confidente, ella me convenció de venir a trabajar al Instituto (…) compartimos alegrías, sueños, también momentos muy tristes y dolorosos pues perdimos muy pronto a varios queridos compañeros. Y su auxilio espiritual fue de enorme ayuda para mí, siempre la recordaré”, dijo.

Para Guadalupe Matías Ramírez, subdirectora de riesgos por inundación del Cenapred, sus lazos con Rosalía Vidal iniciaron cuando la tuvo como profesora en la carrera de Geografía en la FFyL. Recordó que “su labor como docente fue maravillosa, utilizaba todas las técnicas de enseñanza posibles en pizarrón, lecturas y, sobre todo, sus mapas que eran su pasión”. Luego comenzó como ayudante de la investigadora leyendo los diarios y recortando noticias sobre el clima y la meteorología a nivel nacional e internacional, además de revisar y archivar imágenes de satélite, y localizar las estaciones climatológicas, entre otras tareas. 

Después como su asesora de tesis de licenciatura, y en adelante la relación de profesora-alumna se convirtió en una amistad y siguió “apoyándome durante más de 28 años (…) en las aulas, en el trabajo y como amiga, la doctora Rosalía Vidal fue una mujer excepcional”, apuntó.

Aportaciones

En su trayectoria como investigadora su producción académica incluyó artículos, libros, extensos en memorias, mapas, artículos de divulgación y libros para la docencia. Aunque la investigación de Rosalía Vidal estuvo más enfocada a los aspectos de la geografía física, también compaginó estos conocimientos e hizo aportaciones en otras áreas de la geografía como fue el caso de los estudios de población. Y muestra de ello es el trabajo sobre la Población expuesta a inviernos fríos en México, realizado en colaboración con María Inés Ortiz Álvarez, académica jubilada del IGg.

El desarrollo de esta investigación duró aproximadamente 20 años, las investigadoras trabajaron el territorio por regiones y se dieron cuenta que los inviernos fríos afectaban más al norte del país. Y “por primera vez se conocía el número de sitios que estaban en riesgo”. Otra de las publicaciones en las que participó fue en La población expuesta a desastre en las proximidades del volcán Popocatépetl, que “nos dio la pauta de tener un conocimiento más grande y más amplio sobre cómo hacíamos el uso de las imágenes de satélite y nos ayudó a difundirlo”, señaló María Inés Ortiz.

Durante su paso como investigadoras del IGg, Ortiz Álvarez forjó una amistad con Rosalía Vidal, quien también colaboró en investigaciones enfocadas en la población afectada por huracanes e hizo contribuciones a la geografía de la salud desde la perspectiva de la climatología. Esos conocimientos fueron aplicados en 2009 cuando el país se vio afectado por una epidemia de influenza, Vidal Zepeda y otros investigadores realizaron un trabajo sobre el tema. “Ella conocía el terreno desde el punto de vista climatológico, asociábamos todas las características (…) para poder establecer cuáles eran las razones, las causas y el origen de esta influenza que se había presentado en México”, explicó María Inés Ortiz.   

Rosa Irma Trejo Vázquez, investigadora del Departamento de Geografía Física del IGg, resaltó el trabajo de Rosalía Vidal para establecer una comunicación entre la climatología y los diferentes aspectos de la geografía. Y destacó sus contribuciones en publicaciones como Las regiones climáticas de México, y su participación como compiladora de la obra Modificaciones al sistema de clasificación climática de Köppen. Además de su participación en la elaboración de mapas con los observatorios de México, el mapa de precipitación, entre otros.    

A la par de sus investigaciones compaginó una de sus mayores pasiones que fue la docencia, sus conocimientos permearon en varias generaciones de geógrafos que cursaron algunas de las asignaturas que impartió en la licenciatura de Geografía de la UNAM desde 1984 hasta 2008. Rosalía Vidal recibió varios reconocimientos, entre ellos la Medalla al Mérito Benito Juárez, otorgado por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.

En 2017 la investigadora optó por su retiro, pero continuó colaborando en diversos proyectos de investigación. Su legado permanecerá en cada una de sus obras y mapas, así como en la memoria de sus amigos, colegas y alumnos.

  



Jessica Guzmán Hernández

2022-07-28